Por la estepa castellana.

Dejando de lado el shock que me ha producido la noticia de la muerte de Íñigo Cabacas a manos de la policía, voy a relataros mi viaje por la ciudad del Purple Weekend (León).

Salimos el Viernes 6 a una hora relativamente temprana, las 10 de la mañana, para poner rumbo a León, 700 km. nos separaban de dicha ciudad. Travesía más o menos tranquila salvo por algunos tramos en los que la nieve causó algunos estragos. Nada más llegar a la ciudad ya sabíamos que había que tirar de parka todos los días, nada que ver con el calor de Alicante. Dejamos las maletas y fuimos a ver un poco lo que se cocía por la ciudad, vimos un poco de procesiones y cenamos en un céntrico restaurante. Al acabar un paseo por la ciudad y vuelta al hotel ya que estábamos muy cansados por culpa de la temprana hora a la que nos habíamos despertado ese día.

El Sábado nos despertamos tarde, y tras una buena cebada en el buffet libre del hotel, nos encaminamos hacia el centro histórico de la ciudad para seguir viendo un poco de ella. Después de comer fuimos andando por el centro histórico de la ciudad para ver si nos encontrábamos con alguna procesión. Toda la tarde viendo procesiones hasta que cenamos en un restaurante cerca de la plaza dónde estaba la catedral. Fuimos al hotel para prepararnos para la fiesta que venía después. De dicha noche no sé donde están las fotos, pero puedo jurar que pensé en vosotros, queridos lectores y me hice algunas fotos de postureo con guarras y demás, pero he mirado en la cámara, y no las he encontrado.

El domingo, nos despertamos tarde debido a la fiesta de la noche anterior. El buffet del hotel estaba ya cerrado, por lo que optamos por comer directamente en Astorga, que era el pueblo a dónde nos íbamos a dirigir ese día. Sobre Astorga, decir que el frío continuó pero la verdad es que era un pueblo bonito, había otro castillo diseñado por Gaudí al igual que en León, y poco más la verdad, pero mereció la pena.

Sobre media tarde volvimos para León, y continuamos haciendo lo que habíamos hecho hasta entonces, ver las procesiones. Una visita a una Iglesia románica que ahí hay, y un poco de tiendas, pero lo cierto es que un servidor tiene el armario lleno y no se compró nada.

Esa noche no ocurrió nada, nos retiramos pronto al hotel porque al día siguiente debíamos despertarnos pronto para emprender la vuelta a Alicante.

¡Nos vemos en la próxima!

HCFMODS