jueves, 31 de octubre de 2013

Polonia 2013.

El pasado mes de Agosto, aproveché las últimas dos semanas del mismo para visitar Polonia. Las ciudades que pude visitar fueron Cracovia, Varsovia, Póznan y Wroclaw, conociendo los estadios de los principales equipos de cada una de ellas. Sobre este país, el cual no conocía, destacaría la amabilidad de su gente y su simpatía, hay que tener en cuenta que es un país que ha sido numerosas veces invadido, pero los polacos saben que el turismo puede ser una gran fuente de ingresos para el país y se preocupan por cuidarlo. También cabe destacar el arte culinario que tienen, cocinando grandes delicias. 
Pese a ser un país abierto al turismo, no es nada parecido al resto de países de la Unión Europea, debido quizá a que hasta hace apenas 20 años estaba dentro del bloque comunista de la Unión Soviética y todavía se pueden observar los grandes bloques soviéticos, así como los grandes edificios gubernamentales.

Cracovia:


Póznan:







Varsovia:








 Wroclaw:



A modo de curiosidad, decidí tomar una instantánea de los baños de uno de los restaurantes que hay en el estadio del Legia Warszawa los cuales, tanto el de mujeres como el de hombres, están repletos, pero cuando digo repletos es REPLETOS de adhesivos de los distintos grupos de la grada de este club, así como de grupos extranjeros.






HCFMODS



sábado, 19 de octubre de 2013

On the streets of London... you can hear that sound!

Como en años anteriores, nos desplazamos algunos miembros de la sección junto con otros amigos, a la capital británica, Londres, con el fin de pasar unos días de vacaciones por aquella bonita ciudad.







Pese a que ya conocíamos bastante sobre ella, aún quedaba mucho por descubrir. 

En primer lugar, hemos podido visitar gran parte de los principales estadios que se encuentran en la ciudad, en la cual el ambiente futbolero se respira por todos lados. 
Cabe destacar aquellos que aún conservan ese toque especial que tienen los estadios ingleses, como fue Craven Cottage (Fulham F.C.), Upton Park (West Ham United), White Hart Lane (Tottenham F.C.) o incluso The Den (Milwall F.C.) con su larga travesía de metro, autobús y caminata por los bajos fondos londinenses.












Es una pena ver como otros clubes han sucumbido ante el asqueroso fútbol moderno, haciendo de sus estadios unos auténticos centros comerciales. Es el caso del Emirates Stadium (Arsenal F.C.) o de Stamford Bridge (Chelsea F.C.).


Por otro lado, hemos podido conocer de primera mano la noche londinense, tanto de discotecas del estilo Fabric o Ministry of Sound, dónde parecía que la Ley del Deporte tenía ámbito de actuación debido a las medidas de seguridad anti-drogas tomadas, aunque de poco servían... así como de pubs, dónde la música que en ellos ponían era exquisita. Son dignos de mención los que se encuentran escondidos por Camden Town, en los que si tienes suerte puedes escuchar punk, Oi!, ska e incluso Soul, Northern... Aunque no podemos olvidarnos de los bares que hay en la orilla del Támesis en la orilla contraria al Big Ben, destacando un pub llamado The Anchor.

Durante los fines de semana aprovechamos para hacer alguna salida. Brighton fue una de ellas dónde pudimos disfrutar de un día soleado y caluroso de playa..

En general fue un buen viaje, con muchísimo calor y cerveza, y ciertas anécdotas que nos guardamos para nosotros.





PD: Pese a que dudamos de que alguna vez esta entrada llegue a manos de Liam Gallagher, aprovechamos el momento para cagarnos en tu vida y tu borrachera.




HCFMODS

sábado, 5 de octubre de 2013

"Estadios vacíos, sofás llenos." por Carlos Sánchez Blas

Os he contado muchas veces que del fútbol me gustan, sobre todo, dos cosas. Por este orden, los hinchas y el fútbol. Sí, el propio fútbol, que ahora queda en un segundo plano por culpa de la glotonería de esa bestia formada por la pseudopolémica, la salsa rosa, la anécdota y la permanente confrontación. Sí, definitivamente me gusta mucho el fútbol, cada vez más.
Cuando uno admira la pareja fútbol-hinchas, cuando uno se emociona con las tradiciones, con los códigos heredados de nuestros mayores, con el olor y el sabor incomparable de algunos estadios y algunas aficiones, se tiene que rebelar contra las continuas faltas de respeto que los hinchas sufren en España. No por costumbre es menos sangrante asistir al continuo ninguneo por partede esos corbatas que viven del fútbol, y que lo moldean para servir intereses siempre poderosos y crematísticos.
Pienso como un hincha y escribo como un periodista. No sé si lo hago mal o peor, pero lo hago firmemente convencido de que es mi obligación, la obligación de mi profesión. Debemos denunciar que los corbatas de nuestro fútbol quieren los estadios vacíos y los sofás llenos. Así de contundente, así de diáfano. Podéis estar de acuerdo o no con la forma de dirigir de aquellos que ocupan cargos de (ir)responsabilidad en el fútbol español, pero es importante que no os engañen. A ellos el hincha les interesa una mierda. A ellos sólo les interesa vivir del fútbol. De hecho, está probado que alguno de ellos ha vivido durante muchos años de la porquería del fútbol. Así de claro, aquí sobran los paños calientes.
Crujir al Athletic con partidos todos los lunes a las 22 horas es maltratar a la afición vizcaína. Programar un Valladolid – Málaga o un Villarreal – Granada un viernes night es enterrar a los equipos y sus aficiones en la clandestinidad. Poner las entradas entre 30 y 70 euros para un Getafe – Celta es condenarse al cemento en tu estadio. Despreciar a los hinchas del Rayo poniéndoles mil trabas para que no viajen fuera de Vallecas es deleznable… y eso lo hace a menudo la directiva de uno de los clubes más humildes de España. En Alemania, un país con un poder adquisitivo bastante mayor, se puede asistir a un partido de la Bundesliga, incluidos Bayern Munich, Borussia Dortmund y Bayer Leverkusen, por 10 euros. Es más, los aficionados teutones que se desplazan con su equipo ven en muchas ocasiones incluido en el precio de la localidad el viaje en tren. Las culturas son diferentes, pero el respeto al hincha también. Aquí en España ese hincha es orinado sin piedad con demasiada frecuencia.
Rabio por dentro cuando escucho a algún mandamás de corbata limpia y conciencia sucia afirmar sin rubor que el fútbol debe ser un artículo de lujo, como si fuera un pecado que cualquiera pueda disfrutar de la actividad de ocio más antigua del mundo. Me niego a que los sentimientos, los sueños, los recuerdos, las alegrías y las lágrimas queden sepultadas bajo el ansia de poder y de influencia de unos cuantos corbatas. Resulta bochornoso tener que asistir a las tragaderas interminables de los presidentes de clubes españoles, que se encadenan a los contratos televisivos porque son incapaces de gestionar con eficacia y decoro una entidad deportiva. No me gusta tener que agacharme, pero cada semana me agachó más no vaya a ser que se acabe la limosna. Patético.
Jamás cometería la indecencia y la irresponsabilidad de hablar en nombre de todas las aficiones del fútbol español. Pero si me atrevo a afirmar que muchos hinchas, sobre todo aquellos de equipos humildes que han sido gestionados de manera catastrófica durante la época en la que Tebas cobraba (y muy bien) de las interminables concursales, prefieren un club en Segunda B o Tercera con valores, limpieza y pagos al día, que uno en Primera con un socavón gigantesco lleno de porquería hasta el mismo borde. Hasta los románticos como yo pensamos que es una quimera, pero los corbatas se merecen una huelga masiva de aficionados. Unos cuantos personajes nocivos para nuestro balompié desean llevar al extremo esa máxima de estadios vacíos, sofás llenos. Deben saber, les tenemos que recordar que un estadio con futbolistas, balón, entrenadores y árbitro no vale para nada si las gradas están desiertas. El fútbol sin hinchas no es fútbol.

Extraído de aquí.